Clepta y Clemen
Clepta y Clementina viven solas. Viven solas en lo que solía ser una antigua iglesia, pero también viven solas en el mundo. Todo empezó y terminó el día en que caminando por las afueras de su pueblo se distrajeron, confundieron de ruta y se toparon con una vieja iglesia venida abajo. Rara, porque tenía un diseño en el que cabían cientas, tal vez miles de personas, y estaba ubicada en el medio de la misma nada. Se fijaron en maps y no había referencias. Tampoco en el buscador. Agotaron sus fuentes y decidieron entrar. No eran religiosas. Tal vez Clementina técnicamente se admitía católica por haberse prestado a hacer la primera comunión y después la confirmación en el colegio. Pero lo que se dice religiosas, no eran. La pasearon un poco, gritaron “eco”, y se acostaron en el pasillo a mirar el techo. El piso estaba frío, así que acostadas su piel emanaba un aura cálida que humedecía el piso, con pelos semi erizados irguiéndose para tomar aire, mientras que la otra mitad se apelmazaba e...