Entradas

Mostrando entradas de 2023

Siempre que lo necesites no voy a estar

 A mí no me parecías un iluminado. Ni un visionario, ni una persona que no juzgaba ni alguien que siempre estaba ahí. Es más, la única carta que tengo tuya dice "siempre que lo necesites, no voy a estar. Pero te quiero".  No hacía falta más, tampoco. Así que no voy a engrandecerte para que te mueras y te llenes de virtudes. Cuando te conté cómo me estaba costando reencontrarme con mi novio a la vuelta de un viaje largo, me dijiste tantas cosas que me tuve que bajar del auto llorando. Que vinieron dos tías corriendo preocupadas por los gritos y me calmaron a mimos y "vos sabés cómo es Picha".  Después me pediste perdón, habías tenido un mal día. Estabas nervioso.  No fue la única vez. Tenías malos días. Nos gritábamos feo. Y está bien , no tengo que acordarme de cosas lindas para que me guste acordarme de vos. Es importante poder sostener ideas contradictorias. Poder pensar una cosa y que eso no te quite disfrutarla. Porque la vida es compleja, y la tuya lo fue mucho...

Amalia Rajá

Hay un momento por el que pasamos todos los primos de la familia y que en algún momento, aunque nadie se acuerda cuándo, pusimos en común: un día nos dimos cuenta que la pareja que vive en la casa de mi abuelo son hermanos. Sus  hermanos. Nuestros tíos abuelos Amalia y Alejandro.  Algunos nos enteramos por un comentario al pasar a nuestros papás. O una pregunta a mi abuela. Nunca por una anécdota de cuando eran chicos ni mucho menos. Sabía que Alejandro era el padrino de mi mamá, pero eso no tenía una atadura filial en mi cabeza. La cuestión es que esto fue un problema general de público conocimiento pero cierta discreción.  El problema es simple: yo creo que pensamos que Amalia y Alejandro, este set inseparable de pilas doble A, eran pareja porque nadie en la casa los trataba como familia. No se nos enseñó a quererlos como familia. Nadie te decía "antes de ir a la cocina a tomar el té andá a saludar a Amalia", ni te preguntaban si charlaste con ellos cuando fuiste a juga...

Un sol tremendo

La entrega era para el día siguiente al mediodía.  Ella no tenía nada que hacer esa noche, y no tenía nada escrito para enviar. Así que se puso a hacer otra cosa. Se puso a enfriar una birra para en un rato bajarla del freezer de vuelta a la heladera porque no tenía tantas ganas de tomarla. Se puso a tantear gente para hacer planes a los que decir que no. Se puso a revisar cada pestaña abierta y evaluar si cerrarla o no. Hacía muchísimo calor. Pensó en las estaciones de servicio. En el calor seco que levanta el asfalto y los autos que se ponen en marcha y frenan, en marcha y frenan, en marcha y frenan. En ir al baño y no apoyarse en la tapa. Y buscar monedas para el agua caliente en la maquina de Taragüi. En las cosas que se compran para picar en el camino, también sin ganas, como la cerveza que va a bajar del freezer en un rato. Capaz por eso pensó en las estaciones de servicio. En ese jeite de hacer tiempo. Hacer tiempo tirados en el calor, sentados en el borde de una piedra en l...

Jugada

Hay un gesto re re vos, me dijiste. No sé bien cómo definir qué es, así que voy a empezar por describirlo.  Así arrancaste. De prepo. Arrancaste por el detalle más chico y te alejaste. Me solés decir que es un recurso mío. Pero esto sos todo vos. Fue así: "Hay un momento, generalmente pasa cuando estás sentada... en el que hago o digo algo, y vos ponés muy recta la espalda. Como que te erguís muy derechita y bajás el mentón. Y hacés algo re lindo con la boca, like a pursing of the lips. Muy sutil. Y respirás intensamente. A veces cerrás los ojos, a veces solo pestañás lento. Often you look away. Cuando me acuerdo de ese gesto, o cuando te veo hacerlo, me acuerdo de la primera vez que te vi hacerlo, esa primera noche en tu casa. Estábamos en el sillón, y vos estabas jugando conmigo. You were a cat and I was a mouse to you. Te habías sentado con las piernas cruzadas, mirándome de frente. Fully facing me, y muy cerca mío y no sé por qué, pero no puedo acordarme qué dije, y vos hi...

Drip, drop, plop/ No llego

Drip, drop, plop The couch is clean. I mopped the floor and swept out the dust and tidied the table. I even folded my clothes. I didn't put them away, but I did fold them. I tried.  I did the whole bathroom. Hung the towels. Threw away old creams and empty packages. Got rid of the papers on the floor and disinfected my piercings. I even did the dishes.  You know what else I did? I meditated. Just so you know. You, who are always telling me to calm down. I stayed home, to sleep early, so I could get shit done tomorrow. I crept in bed. I did my best. And there they were. Alone. Mocking. Aligned center of the apartment: my keys on the floor. So far away. Not even under the spotlight. The bulb is fried.  Pause.  The faucet drips. I stare blankly at it. I try to breathe in until it feels relaxing. It's not.  I can't get out of bed. If I do, I'd have to face the undone wrinkled blankets that have been swarming all over the place for days. I start a list. There's tuppe...