Entradas

Mostrando entradas de 2022

Sum smile

Sum smile The day after yesterday we talked We spoke about figures half moons and wedges Those people use in maths Will you read for me? I plead. Play along. Translate these hieroglyph daydreams so I can hand over my beautiful, clay sphere and listen to the square roots mumble their way out of your lips. They’re more, less or equal to many words I know To the power of prepositions of direction, time and place. A caret here, a chevron there. I hear the clay crackle even though we tread slowly even though we mouth them carefully and each slice is thoroughly measured as you smile and I keep score The scratching sounds familiar I feel so close to you, Who don't seem to take me very seriously but are still equally amused. What on earth are you doing? My fingers are covered in red dust the sum still fresh drying in the sun. You laugh- (that’s not how math is done) and clear the tab. When you're not looking I secretly go over the sum again. Just in case. But it's no use. It's ...

En silencio con Igna

Imagen
Llueve. Siempre llueve cuando pienso en Igna.  Llueve pero hace calor. Está pesado pero no demasiado. Corre viento. Estamos en la costanera sur.  Tengo la frente con gotitas de lluvia, el pelo medio electrificado y esa sensación de estar mojada pero no. El pelo aglomerado, aplastado en mechones marrón oscuro. Todo es gris, menos los árboles que están más verdes que nunca. Se lo digo. Y el agua de los charcos, la lluvia y la reserva son medio lo mismo.  Nunca tengo frío con Igna. Cuando me acuerdo, tengo la temperatura justa. Una mezcla de viento helado que se me metió en la remera y calmó un poco el calor humano que estoy largando, y el espesor que se acumuló adentro del buzo por el clima.  Hay silencio. También, como siempre que pienso en él. Estamos en el auto yendo por la avenida de los italianos. A punto de entrar al museo de la cárcova que lo cruzamos sin querer. Salto un charco gigante para bajar del auto. Tengo la sensación de que se viene una aventura siempre...

Vértices y promesas

Las contradicciones son nuestro punto más fuerte.  Es raro. Pero son el vértice. Ahí empieza el juego. Vos y yo. Un poco como los imanes a la inversa. La tensión día a día es tirante y elástica. Está siempre ahí. Apretujamos todo pero las piedras no se chocan ni se rompen ni se cansan de rechazar. Nos resistimos.  Desde el hueco de ese filo nos miramos muy nerviosos. Pensando cómo mentirnos en la medida justa. Un poco más y se nota. Un poco menos y no alcanza.  Necesitamos vértices. Puntos medios. Cosas que dejen tarea para el hogar. Por ejemplo eso de ser libres siempre y cuando sea por igual.  Pero yo ya sé que el juego siempre es resistir. Ver quién negocia mejor. No soy boluda, solo me hago.  Pero sonaba lindo, sonaba re lindo ¿no?  Te voy a hablar y no sé que decirte. Un montón de palabras como papelitos de relleno de una caja. Quilombo nomás. Hasta que me quedo en silencio y dudás primero. Y me quedo sin pellejos en el dedo índice y sin parte de la ye...

No duerme más gente en casa/ No more monkeys jumping on the bed

Hoy salí a correr Porque te tenía metido en cama Salí Ya no es más tu casa Ni tu refugio Ni tu aguantadero Ni sos bienvenido A menos que llames Y ahí corro a abrirte la puerta Para quedarnos en un silencio Incómodo Mientras me mirás y señalo Mueble por mueble: Esta no es tu cama Este no es tu sillón Este no es tu lugar cómodo Apuntando más abajo A mí pecho Este no es tu lugar cómodo Un poco más bajo con el índice apuntando  Salí a correr y no me seguiste Te quedaste en cama Con la mirada puesta en otra cosa Vos solo corrés solo ¿Me escuchaste? Salí Esta no es tu casa No te invité. Vení. Vení te dije. ¿Me estas escuchando? No te quiero. Salí de mi casa. Esta no es tu angustia. Ni te quiero dar lágrimas. Ni quiero esperar verte del otro lado Cuando se saca la remera No estabas hoy Y no estabas antes Y me cansé de esperar Que mania la tuya de estar primero y no dar nunca el presente  --- No more monkeys jumping on the bed  I went for a run today  Because you snuck in my...

Brahma 1

Se enfría la Brahma caliente.  Esperamos sin apuro a que cierren las urnas. No sé si se le puede decir espera a esto. Hay demasiada poca expectativa. Estamos. Estamos sin apuro hasta que cierren las urnas. Estamos con la Brahma caliente al sol con una decisión que parece negligencia. Y unos perros que van y vienen ladrando pero no se dejan tocar. Pelusa, Nico, Carlitos y Taison.  La primera birra la compré. La estaban cambiando de lugar y los pesqué, y en el fondo, ¿yo a quién le voy a contar? Se hacen unos pesos por una birra que igual no quería tomar nadie. La segunda ya la ligué de yapa y con compañía. Ahora alguien pesca, alguien maneja una lancha a lo lejos, alguien la mira y alguien escribe.  A uno le gusta treparse a la cornisa y ver la pesca. Ya no me acuerdo cuál. Uno feo. Son todos feos y el sudor nos cae por igual a todos. Eso me gusta. Yo no pesco, ni sé vivir en un container. Ni entiendo mucho cómo es esa logística. Y el pescador no sabe qué puede haber de bu...

Spinoza y el arsénico

 - Qué lindo acabar juntos. Tengo todo el sudor encima. Ese punto en el que no sabés bien ya de qué estás mojada. Mojada por él. Sudor, agua, semen, baba, ese líquido cuando acabás que a pesar de ser mío no sé de qué está compuesto. Las piernas empapadas. Pegadas a tu piel.  Sensible a cada centímetro. Resbalo en su pecho, meciéndome hacia atrás y volviendo despacio. Mirándolo.  Es increíble, un hecho destacable, encontrar el mismo climax. Al mismo tiempo. Es un encuentro casual. Como pasa con las personas, y las conversaciones. Comparable solo con un vacío enorme.  Sintonizar, con otro cuerpo. Componerse. Pensar que la mente y el cuerpo no son más que relaciones que se componen y descomponen, y a veces coinciden. Rituales y complicidad, que se hacen, rehacen, reconfiguran. Que a veces mueren. Y que esas complicidades y esas rupturas nunca son voluntarias. Puede haber predisposición, pero la voluntad no genera complicidad. La voluntad no te hace acabar juntos.  ...