Enrolle

Un enrolle de sábanas montañoso  se arruga entre cuevas que hacen eco. La aurora, tenue penumbra, se mece en la música flotando por encima. Desde ahí, me lanzo.

Te busco y grito

¡Eco!

pelando capas, 

buscando avalanchas de ciento treinta hilos

¡eco! uno, 

agotado, 

que rebota 

y cruje cuesta abajo

son pocos

poquitos

los vientos, las sombras, los yetis

gritando eco

a tu risa 

que cuando grito
suena eco 

y se esparce 

tejiendo tramas, 

nieve en polvo,

hasta abajo

donde voy quedando 

sin aire,
sin pies, 

sin hilos,

empecinada en desmantelar
esta montaña enroscada
hasta un arroyo de mantas, 

donde no hay nada
Toco fondo,
y nada.

grito 

¡eco!

Me sube hasta las rodillas,
crujen resortes

y nada. 


Solo música
escapando por la ventana abierta
sobre un brazo colgando 

un acantilado rozando
el piso con mechones en la frente.


Comentarios