Siempre que lo necesites no voy a estar
A mí no me parecías un iluminado. Ni un visionario, ni una persona que no juzgaba ni alguien que siempre estaba ahí. Es más, la única carta que tengo tuya dice "siempre que lo necesites, no voy a estar. Pero te quiero". No hacía falta más, tampoco. Así que no voy a engrandecerte para que te mueras y te llenes de virtudes. Cuando te conté cómo me estaba costando reencontrarme con mi novio a la vuelta de un viaje largo, me dijiste tantas cosas que me tuve que bajar del auto llorando. Que vinieron dos tías corriendo preocupadas por los gritos y me calmaron a mimos y "vos sabés cómo es Picha". Después me pediste perdón, habías tenido un mal día. Estabas nervioso. No fue la única vez. Tenías malos días. Nos gritábamos feo. Y está bien , no tengo que acordarme de cosas lindas para que me guste acordarme de vos. Es importante poder sostener ideas contradictorias. Poder pensar una cosa y que eso no te quite disfrutarla. Porque la vida es compleja, y la tuya lo fue mucho...