Amalia Rajá
Hay un momento por el que pasamos todos los primos de la familia y que en algún momento, aunque nadie se acuerda cuándo, pusimos en común: un día nos dimos cuenta que la pareja que vive en la casa de mi abuelo son hermanos. Sus hermanos. Nuestros tíos abuelos Amalia y Alejandro. Algunos nos enteramos por un comentario al pasar a nuestros papás. O una pregunta a mi abuela. Nunca por una anécdota de cuando eran chicos ni mucho menos. Sabía que Alejandro era el padrino de mi mamá, pero eso no tenía una atadura filial en mi cabeza. La cuestión es que esto fue un problema general de público conocimiento pero cierta discreción. El problema es simple: yo creo que pensamos que Amalia y Alejandro, este set inseparable de pilas doble A, eran pareja porque nadie en la casa los trataba como familia. No se nos enseñó a quererlos como familia. Nadie te decía "antes de ir a la cocina a tomar el té andá a saludar a Amalia", ni te preguntaban si charlaste con ellos cuando fuiste a juga...