Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

Cuentos cortos

Los cuentos cortos bien hechos tienen algo espectacular. Tienen un golpe. PLAM! y así terminan. Un puñal al pecho. Desconcierto. La necesidad de releerlo porque debe haber algo que te perdiste. Debe haber por ahí en el medio una pista, una mano enguantada que te peine los cachetes y te tranquilice y te acurruque y arrulle de vuelta a la posición pasiva en la que estabas en el sillón.  Tienen algo hasta místico porque nos hacen creer, nos logran perversamente engañar, de que así es la vida. “Me encantó porque es tal cual”. Porque simulan por el más brevísimo período de tiempo que entienden, entienden perfecto. Contienen el secreto para decodificar humanos. Es tan real el desasosiego que lo primero que nos cachetea al terminarlo es ese consuelo de que la vida es así. Que por lo menos, tenemos en la yema de los dedos, la palma de las manos o sobre nuestras rodillas, a la misma vida.  Suspiramos contraídos y aliviados, entonces, que cuando hablamos de amor hablamos de Car...